En el documento definimos seis desafíos centrales del desarrollo basado en recursos: (i) el macroeconómico, (ii) el microeconómico, (iii) el de la sostenibilidad del crecimiento, (iv) el de la calidad de la democracia, (v) el de la calidad y justicia ambiental, y (vi) el del conflicto. En base a ellos definimos seis opciones de política. La primera opción es la creación de fondos fiscales regionales. La segunda opción es desarrollar políticas de diversificación productiva. La tercera opción es la creación de fideicomisos para la educación (y la innovación), en respuesta al desafío de hacer sostenible un crecimiento basado en recursos no renovables. La cuarta opción es mejorar la transparencia y rendición de cuentas del gasto regional. La quinta opción es fortalecer la institucionalidad ambiental, mientras que la sexta opción es integrar los sistemas realmente existentes de ordenamiento territorial. El documento se enfoca en la quinta opción, dirigida a constituir autoridades ambientales de carácter regional.